Para lograrlo es necesario cumplir una serie de objetivos
Crear y mantener la fertilidad del suelo.
Frenar la degradación de su estructura.
Utilizar técnicas de cultivo adecuadas.
No usar productos tóxicos ni contaminantes.
Controlar las plagas y enfermedades biológicamente.
Producir alimentos de gran calidad nutricional.
Optimizar los recursos y los potenciales locales.
Con este tipo de agricultura conseguimos
Producir alimentos saludables, ricos en nutrientes y sabrosos. Proteger la salud de los agricultores y trabajadores.
Fertilizar la tierra y frenar el proceso de desertificación. Favorecer la retención del agua y no contaminar los acuíferos.
Fomentar la biodiversidad.Mantener los hábitats de los animales silvestres.
No despilfarrar energía.
Preservar la vida rural y cultural agrícola.
Permitir una verdadera seguridad alimentaria.
Impulsar la creación de puestos de trabajo
Los agricultores ecológicos somos guardianes de la biodiversidad a la vez que la utilizamos, en todos los niveles.
En el plano de las especies, diversas combinaciones de plantas y animales optimizan los ciclos de los nutrientes y la energía para la producción agrícola.En cuanto al ecosistema, mantener zonas naturales dentro y alrededor de los campos de cultivo, propicia un hábitat adecuado para la flora y la fauna silvestres. Al proporcionarse estructuras que ofrecen alimento y abrigo, se propicia la llegada de especies nuevas y organismos benéficos para el sistema orgánico, como polinizadores e insectos beneficiosos que luchan contra las plagas.
La biodiversidad es una base muy importante para hacer funcionar muchos procesos en nuestros ecosistemas.
La vida, toda vida, es el resultado de un largo proceso evolutivo basado en constantes y sinérgicas interacciones. En ese complejo proceso (podemos interpretarlo como una constante lucha por la supervivencia, o como una permanente colaboración), las plantas crecen sanas y son productivas cuando el suelo es rico en materia orgánica en una constante descomposición, que es propiciada por una pujante vida microbiana.
Utilizamos materia orgánica compostada en nuestras propias explotaciones, partiendo de que las plantas no pueden absorber por sí solas los minerales y los nutrientes de la tierra, necesitan el apoyo de bacterias, hongos y demás organismos vivos para transformar los minerales cristalinos en sustancias orgánicas asimilables o humus.Al compostar y reintegrar la materia orgánica en los ciclos vitales, estamos contribuyendo a perpetuar la vida colaborando con la propia labor de la naturaleza, al tiempo que con la práctica del compostaje obtenemos el mejor elemento fertilizador y potenciador de la fertilidad de la tierra.
Un buen compost, aparte de nutrir el suelo y las plantas que sobre el crecen, les aportara la salud y el vigor necesarios para que crezcan sanas y resistentes a cualquier posible problema.
La agricultura biodinámica se esfuerza en vivificar las tierras y las plantas. Abonar la tierra significa que se desencadene la chispa de la vida y de la fecundidad
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